Y así nacía el Universo Cinemático de Marvel.
Ok, no es una gran fecha para celebrar, pero sí un hito relevante en la historia del séptimo arte y la cultura popular, sobre todo si tenemos en cuenta el éxito de crítica y público que logró esta mega franquicia pergeñada por Kevin Feige en el año 2005.
Este universo expandido que pretendía rejuntar a muchos (no todos) de los superhéroes más icónicos de la “casa de las ideas” arrancó en el año 2008 de la mano de Jon Favreau, Robert Downey Jr. y la primera entrega de Iron Man: El Hombre de Hierro (Iron Man), una historia de origen que nos ayudó a conocer al héroe más canchero de la saga.
Hoy, trece películas después –si sumamos la inminente Capitán América: Civil War (Captain America: Civil War, 2016), el MCU parece imparable e inagotable agregando nuevas historias y personajes con cada uno de sus capítulos, películas pensadas para todo público y el mero entretenimiento, que no dejan de lado los conflictos, la mezcla de géneros, la impronta de sus directores y ese impulso energético que ayudó a que hoy el cine “comiquero” haya trascendido la barrera del gueto nerd para llegar a todo tipo de audiencias.
No todas las películas gozan del mismo suceso y reconocimiento, pero el “todo” funciona y se expande cada vez más, en gran parte, gracias al carisma de ese inteligente multimillonario que tuvo un cambio de conciencia y, enfundado en una armadura metálica, salió a combatir las injusticias del mundo.
JAMES!
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